30 de enero de 2010

Fué engendrado y como nube por el aire iba su alma vagando, iba lleno de ilusión. Mente desbordada de ideas y pensamientos, deseo de dar a conocer su mundo y paso a paso lo consiguió pero la facilidad no fué una amiga en su camino.
A la cima llegó, la felicidad era su amiga y de la misma cima descendió a los submundos. Allí le despertó su amiga, la soledad, le hizo darse cuenta de lo que verdaderamente le rodeaba, amiga eterna de un mundo que se propuso olvidar y por ello pensó que ese sueño de artista debía morir ahí. Pócimas contra los miedos las que tuvo que tomar para alcanzar el sueño anhelado, una nueva etapa llena de libertad, prisionera a veces de una negra sociedad.
El sol del amanecer duerme junto a él, ansias de vivir, consuelo para resurgir, eternidad del corazón que se arrastro hacia el infierno. Quiso encontrar su realidad sin mirar a su alrededor, quiso olvidar la sombra gris que atormentaba su mente.
Sentado en el aire junto a ángeles alados que le rodean y le susurran al oído cánticos de sirena que le animan a vivir, tiembla a la luz de un nuevo sol encerrado en su memoria, historias del pasado que hoy mueren en su alma, agua negra de acantilado que remueve su interior, dio su mano y se dejo llevar a un mundo de amor y de ternura, salio de la soledad y del infierno donde nunca pidió estar, alma blanca que camina por un corazón lleno de vida. Nació entre emociones, caminó por un bosque lleno de hienas llenas de envidia, pasó obstáculos, escalones que subir a diario, pero le aguarda su ángel, ese que le hará despertar y seguir adelante, dejando atrás la hipocresía que los demás le demostraron un día.
Hoy ha encontrado su leitmotive, hoy nace de nuevo, hoy resurge, hoy se descubre ante ti de nuevo. Gracias por estar ahí para verlo…